Guía de la industria audiovisual

miércoles, 22 de octubre de 2008

El cine local busca la vereda del sol

Crítica de Santa Fe:

El año pasado se estrenaron más películas rosarinas que en los quince años precedentes. Igual, Dios atiende en Buenos Aires. Los realizadores se preguntan: ¿Es el despertar de un fenómeno, o sólo una flor de primavera?


Por Cecilia Guerrero
18.10.2008
En 1958, Fernando Birri estrenaba Tire dié, el primer largo nacido del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, e i-nauguraba 50 años de narración audiovisual en Santa Fe. Hoy, cuando el Festival Latinoamericano de Video acaba de realizar su 15ª edición consecutiva, algunos hechos y la mirada de quienes trabajan en este campo coinciden en denotar cierto desarrollo de la producción audiovisual local que, al menos hasta el año pasado, ha venido ganando visibilidad.

Raúl Bertone, director de la Escuela de Cine de Rosario, apunta en su blog Secuencia: “Si tenemos en cuenta que entre 1991 y 2006 se estrenaron comercialmente cinco largometrajes locales y en 2007 otros seis, el año que pasó difícilmente pueda igualarse en número de estrenos locales por muchos años”.

¿De quién es el portaligas? (Fito Páez), La peli (Gustavo Postiglione), A cada lado (Hugo Grosso), Cine negro (Mariana Wenger), La soledad (Maxi Gonzalez) y –aunque estrenada en 2006– Madres con ruedas (Mario Piazza) conforman el pico de producción más alto de los últimos 15 años.
Con el nuevo milenio, la llegada de El asadito, de Postiglione, marcó un giro que legitimó por fin las producciones de estas pampas. Según el realizador, si bien había mucha producción previa, ahí emergió “un punto de inflexión sobre el cine rosarino en el contexto nacional; en un marco de recambio generacional, estético y narrativo”.

Las nuevas tecnologías lograron una suerte de democratización de los medios de producción, pero los costos aún son un obstáculo fuerte. “Las películas salen mucha plata, rondan el millón de pesos y nuestra ciudad no cuenta con inversores que pongan ese dinero”, señaló Horacio Ríos, director del Centro Audiovisual Rosario y coordinador del Festival de Video.

Otro síntoma: el Instituto Nacional de Cine no tiene sedes en el interior; entonces, gestionar un subsidio es algo parecido a una odisea para un productor local.

Estímulos. Esta semana culminó el plazo para presentar proyectos en el Programa de Estímulo a la Producción Audiovisual Santafesina, organizado por el Ministerio de Innovación y Cultura provincial. Se trata de un concurso que destina 1.180.000 pesos para premiar proyectos en nueve categorías o formatos, orientado a fomentar más que nada la producción independiente. Para Horacio Ríos “el Estado provincial está tomando un desafío muy importante con este subsidio-concurso. No hay antecedentes de una iniciativa tan fuerte en Santa Fe”.

La tele también contribuyó con algunas novedades. La grilla local le dio espacio este año a producciones locales como Ojo de Pez y Cabeza de Ratón, producidos por la Escuela de Animadores y el Centro Audiovisual Rosario, y emitidos por un canal de aire y dos de cable. A la vez, la Escuela de Comunicación Social de la UNR prepara el lanzamiento de un canal público con contenido experimental, desarrollado por alumnos, docentes y graduados de la carrera que empezaría a funcionar por Internet y, luego, en la televisión por cable.

De todas formas, la disponibilidad de circuitos de exhibición sigue preocupando a los realizadores. Rosario cuenta con una cantidad de salas, entre comerciales e independientes, que está por encima de la media nacional. Sin embargo, el conflicto pasa por la cuota de pantalla, una normativa que regula la presencia de las producciones nacionales en los cines, pero que no garantiza una distribución equitativa de esos espacios.

El proceso, al menos en su etapa creativa, sigue en marcha. Este año y el próximo la ciudad será marco de rodaje de al menos dos producciones: una de Rodrigo Grande, el realizador de Rosarigasinos, inspirado en Fontanarrosa y otra de Hugo Grosso, que también reincide después de su primer largo, A cada lado.

A pocos meses de estrenar Días de mayo (una historia que transcurre durante el Rosariazo de 1969), Postiglione desea: “Esperemos que esto no sea una primavera”. Y que el espacio conquistado crezca y se nutra de todas las miradas, aún las nacientes y las escondidas.

Santa Fe también está de rodaje con autores propios

Con veinte años de trayectoria, el Grupo de Cine de Santa Fe también hace camino desde la capital provincial. El proyecto que ocupa desde julio pasado a Diego Sóffici, Julio Hiver, Carlos María Gómez y Patricio Coll es un largometraje que narra cuatro historias conectadas entre sí, basadas en cuentos de escritores santafesinos. Esta semana, Hiver culminó el rodaje del cuarto cuento que compone el film. La obra en ciernes se llama Ciudad de sombras, y cuenta con el apoyo del gobierno provincial, de la Municipalidad de Santa Fe y del taller de Cine de la Universidad Nacional del Litoral.

http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=12657

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